No vamos a descubrir ahora que la sidra se consume habitual y abundantemente en Asturias. Pero, ¿toda la servida y bebida está en condiciones óptimas? Seguramente, no. A continuación, vamos a hablaros sobre la conservación y temperatura ideal de la sidra. ¿Cuáles son los parámetros recomendados para aprovecharla al máximo? Te lo contamos.
¡A todos nos gusta disfrutar de una botella en buena compañía! También alrededor de un buen menú. Por eso, hace algún tiempo ya os explicamos algunas comidas perfectas para acompañar con sidra que estamos seguros que os van a encantar. ¿Por qué no te das una vuelta por ese post y las descubres?
Pero una velada perfecta puede venirse abajo por un detalle que podemos pensar insignificante, pero que no lo es. Un ejemplo puede ser la temperatura ideal de la sidra. Pero hay más puntos en los que tenemos que fijarnos. Por ejemplo, ¿hay que agitar la botella antes de servir? Es un gesto típico, aunque no obligatorio.
Lo que no se negocia es la temperatura ideal de la sidra
¿Cómo enfriar la sidra? Puede que existan varias formas, pero jamás se debe de hacer en la nevera. Esto es casi un delito en Asturias. Para obtener la temperatura ideal de la sidra, lo más conveniente será refrescarla en agua y colocarla siempre en vertical.
Pero, ¿qué ocurre si tenemos prisa por enfriarla y con el agua no nos llega? En ese caso, se puede añadir hielo al agua hasta alcanzar los 11ºC. Este es el valor de la temperatura ideal de la sidra según la inmensa mayoría de los expertos.
Antes de terminar, otro punto que nos gustaría dejar claro y que tiene que ver con la conservación. ¿Has escuchado alguna vez que la sidra no caduca? Queremos aclarar este punto. Lo cierto es que no tiene fecha de caducidad, pero sí un periodo de consumo óptimo. Lo normal es que sea de un año tras su embotellado. A partir de ahí, se puede tomar igualmente, pero es posible que no la disfrutemos en un excelente estado.