La fabada asturiana es uno de los platos estrella de la gastronomía asturiana. Son muchos los asturianos que la comen con frecuencia, pero aún son más los turistas que no desaprovechan la oportunidad de probarla, cuando hacen parada en Asturias. Este plato es contundente, pero muy sabroso. Algunas son más fuertes que otras, pero todas ellas tienen su encanto. Si quieres alucinar con una, es hora de que vengas a visitarnos y descubras una fabada realmente espectacular. No podrás comer solo un plato. En El Llagar de Titi encontrarás uno de los llagares en Asturias que más cuida la elaboración de los platos tradicionales. Ahora queremos entrar en detalle a la hora de hablar del compango de una fabada asturiana. ¿Cómo tiene que ser?
Los secretos del compango de una fabada asturiana
Antes de nada, permite que te digamos que este plato se divide en dos ingredientes claves. Lo primero con lo que tiene que contar es con una buena faba asturiana. Tiene que ser de calidad y, sobre todo, lo ideal es que no esté rota, cuando se presenta en esta magnífica receta. Dicho esto, no puede faltar el compango de una fabada asturiana. Es el acompañamiento perfecto. Tiene que estar el chorizo asturiano y, si es posible, será artesanal. A su lado estará una buena morcilla asturiana ahumada, que contará con un sabor de gran intensidad. Otro fijo es el tocino o la panceta. El mismo tiene mucha influencia, de cara a hacer el caldo algo más grasiento. Si el caldo coge un tono rojizo, la fabada tiene muy buena pinta.
Ahora bien, el compango de una fabada asturiana también debe recibir un buen tratamiento. Los más puristas y tradicionales llevan a cabo algunos pasos que son innegociables para ellos. Uno de los que más influencia tiene sobre el plato es el remojado del compango unas horas antes, cuando el mismo está muy curado o es muy salado. De esta parte se libra el chorizo. A partir de aquí, también es importante que sepas que es muy buena idea pinchar el chorizo y la morcilla para que ambos liberen todo su sabor y potencial en la preparación del plato.
Ahora ya solo queda que sirvas el mismo en proporciones adecuadas, teniendo en cuenta las personas que van a disfrutar de la fabada. Calcula que nadie debe quedarse sin compango en sus dos primeros platos. Como se suele decir por Asturias, más vale que sobre, que no que falte.
Para terminar, un secreto. Prueba a hacer una fabada y cómela al día siguiente. Vas a notar que todo está mucho mejor complementado.