Ni es como una parrilla ni tampoco una barbacoa. Cocinar en un horno de leña es casi un arte. Se tarda tiempo en ser un verdadero experto y cometer errores puede arruí cualquier comida. Por eso, nos gustaría aprovechar estas líneas para contarte algunos secretos que hemos ido conociendo a lo largo de todos los años que llevamos al servicio de nuestra clientela.
Si todavía no has probado todas las recetas que llevamos a cabo en nuestro asador, en serio os decimos que no sabemos a qué estáis esperando. Te invitamos a acudir a nuestros comedores y disfrutar de todas nuestras especialidades. ¡Te van a sorprender!
Lo primero de todo es “arrancar” el horno, que adquiera la temperatura ideal para cocinar. Para ello, habrá que crear un buen fuego en su interior. ¿Cómo es un buen fuego? Pues todo dependerá del tamaño, pero un buen comienzo será crear una capa de 10 centímetros de leña que cubra toda la superficie. La mejor manera será empezar por leña fina para ir añadiendo troncos de más grosor.
Un aspecto importante a la hora de cocinar en un horno de leña es controlar el tiro. Es decir, regular la cantidad de oxígeno que entra al horno. Además, la temperatura debería ser entorno a los 500ºC en este primer momento.
Cómo cocinar en un horno de leña
Una vez que la leña se haya consumido y nos queden brasas y rescoldos, será momento de empezar a cocinar. Para ello, apartaremos las brasas hacia los laterales, dejando en el centro un espacio libre en el que colocaremos los recipientes. Recuerda que lo más conveniente es que sean de barro o de materiales que aguanten el calor con facilidad, ya que el interior se encontrará a unos 200ºC (ya muy debajo de los 500ºC iniciales).
Con la comida cocinándose en el interior, es importante cerrar el tiro y no abrir la puerta demasiadas veces para evitar bruscos descensos de temperatura. Este punto es realmente importante a la hora de cocinar en un horno de leña. De hecho, solo deberemos abrirlo para liberar el humo que se pueda ir creando en el interior.
El último consejo que vamos a daros es el de tener mucha precaución con las quemaduras por el intenso calor que se crea durante todo el proceso. Las puertas han de ser abiertas con paños, los niños no se pueden acercar y hay que tener cuidado con el golpe de calor al abrir la puerta y al manejar los recipientes.